La Córdoba turística aparece en una encrucijada, con números complicados y la temporada de verano casi encima.

Por arriba, los argentinos de mejor poder adquisitivo parece que repetirán –y quizá aumenten– el éxodo de los últimos veranos al exterior. Por debajo, los sectores sociales de nivel medio, que optan más por destinos nacionales, muestran bolsillos ajustados, para los que todo resulta siempre caro.

Entre unos y otros componen, cuanto mucho, el 40 por ciento de la población que –según varias encuestas– admite que se toma vacaciones en verano.

Córdoba es un destino preponderantemente de clase media en verano, para la cual la tarifa es un elemento clave. Pero hoteleros y cabañeros aseguran que no pueden bajar más sus precios ante los elevados costos con que operan. Insisten en que más del 40 por ciento de sus tarifas se va en impuestos y que los servicios aumentaron notoriamente.

Mientras, se estima que con un dólar bajo en relación con los vecinos, entre tres y cuatro millones de argentinos vacacionarán afuera. Brasil primero, seguido de Chile y Uruguay en esa lista. No hay modo de que ese éxodo no impacte en los destinos nacionales.

En ese marco, un anuncio de la gobernadora María Eugenia Vidal para Buenos Aires movió el avispero en Córdoba. Vidal lanzó una agresiva campaña de descuentos, aunque sólo para vacacionar en Mar del Plata y para clientes del Banco Provincia de Buenos Aires (Bapro). Incluye descuentos –subsidiados por el banco oficial– en hoteles, restaurantes, espectáculos, supermercados y pasajes.

Aunque primero se asumió como más publicitario que efectivo, igual impactó en Córdoba. Tanto que ayer se reunieron para analizar ese efecto los funcionarios de la Agencia Córdoba Turismo y representantes de las cinco cámaras que agrupan a hoteleros y a gastronómicos de la provincia.

Está por verse

Julio Bañuelos, titular de la Agencia Córdoba Turismo, relativizo el anuncio de Vidal. Marcó que hay que revisar la “letra chica”, chequear cuántos establecimientos en realidad adherirán y ver que es sólo para una ciudad.

Alejandro Moroni, de la Asociación Hotelera y Gastronómica de Córdoba capital, coincidió en que el anuncio “puede que tenga más promoción que efectividad”, pero advirtió que “no es para desestimarlo”. Moroni marcó que si tiene éxito, algún impacto dejará para Córdoba, y resaltó que el Bapro tiene seis millones de clientes.

Nadie teme que por este plan viajen más cordobeses a Mar del Plata; pero si da resultado, podría haber menos bonaerenses que opten por Córdoba.

Para Oscar Santarelli, presidente de la asociación hotelera de Calamuchita, “Mar del Plata es la vidriera de la costa, viene de una temporada muy mala, mucho peor que la de Córdoba, y el anuncio parece inteligente”. El empresario indicó que “de alguna manera, marca la cancha”, pero a la vez consideró que “sería ingenuo que Córdoba salga ahora a competir en el mismo terreno”.

Qué hacer

Ricardo Abdemur, dueño de un pequeño hotel en La Falda y titular de la asociación que los nuclea en el norte de Punilla, planteó: “Más que subsidios y descuentos puntuales, lo que hace falta es bajar el costo para los turistas, en peajes, naftas y transporte, que inciden cada vez más, y para los establecimientos que pagamos servicios e impuestos asfixiantes”.

Luego, marcó que “la gente que vacaciona en Córdoba anda con la calculadora, y si le suben los costos gasta menos o viene menos”.

Santarelli opinó que Córdoba debería “defender mejor el producto Sierras, diferenciándose del mar, y apuntar mejor con la promoción”. Según contó, la Provincia prometió lanzar una nueva campaña nacional entre noviembre y diciembre. “Y nos quedan otras cosas pendientes desde hace mucho por resolver, como la falta de financiación”, admitió.

Moroni, a su vez, destacó: “No buscamos copiar ese modelo de subsidiar consumos. No creemos en eso. La salida en serio pasa por bajar los costos. Acá aumentan los peajes y allá los subsidian; acá la energía cuesta 40 por ciento más que en Buenos Aires. Ya es difícil competir con el exterior, con el valor del dólar, y ahora pueden hacer difícil competir así con destinos nacionales”.

Con bancos, acá

En los últimos veranos, Córdoba lanzó convenios con los bancos Provincia y Macro para que sus clientes puedan pagar gastos turísticos en cuotas o con descuentos.

Bañuelos, desde el Gobierno, y Santarelli, Moroni y Abdemur, desde el sector privado, coincidieron en que no funcionó. Los planes se quedaron en los anuncios: los establecimientos no los ofrecían y los clientes no los demandaban.

Para el verano por venir, parece que ya no volverán. Pero ahora se analiza algún relanzamiento, aunque ya será contrarreloj.

Expectativas para el verano: moderadas. Funcionarios y empresarios ligados al turismo coinciden: el verano no será brillante, aunque tampoco malo, en Córdoba. Moderado, apenas aceptable. El de 2016 fue unos puntos mejor que el de 2015. La impresión previa:  buen movimiento, pero con bajos gastos y menos días de estadía.

Fuente: La voz del interior