El presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, que debe expedirse en la causa conocida como La Noche del Apagón en Jujuy, mantiene estrechos vínculos con Carlos Pedro Blaquier, el dueño del ingenio Ledesma y uno de los acusados por crímenes de lesa humanidad cometidos en ese lugar. La esposa del magistrado comparte además el directorio de la Fundación Cimientos con otro miembro de la familia Blaquier.

Mientras la Corte Suprema tiene pendiente un fallo sobre la responsabilidad del dueño del ingenio Ledesma, Carlos Pedro Blaquier, en la “Noche del Apagón”, la esposa del presidente del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz, integra una ONG junto a Miguel Blaquier. Miguel es un ex abogado de la azucarera y sobrino directo del principal imputado en la causa por la desaparición de trabajadores de esa planta en el pueblo jujeño de Ledesma durante la última dictadura cívico militar. La pareja de Rosenkrantz, Agustina Cavanagh, fue directora ejecutiva de Cimientos y en la actualidad forma parte del plantel de vocales junto al abogado.

La ONG Cimientos tiene, además, fuertes lazos con el macrismo. La organización fue contratada por el Ministerio de Educación para dar asistencia técnica y capacitación en colegios secundarios, con un convenio de más de 5 millones de pesos. La gobernadora María Eugenia Vidal fue una de las oradoras principales en el evento por el aniversario de Cimientos en 2017.

En la cena anual de recaudación de la fundación, en diciembre de 2018, entre los más de 600 invitados que posaron para la foto vestidos de gala, estuvo Carlos Rosenkrantz. El presidente de la Corte fue retratado junto a su esposa, a Eduardo Franck, de Techint, y a Miguel Blaquier.

El lazo de los Macri con los Blaquier es tan fuerte y cercano que incluso en abril de 2017, cuando Martín Blaquier se suicidó en una habitación de en un hotel en Pilar, el Presidente asistió al funeral junto a Juliana Awada. Uno de los más sentidos discursos de despedida estuvo a cargo de Gianfranco Macri, hermano de Mauricio e íntimo amigo del empresario fallecido. Y, precisamente, Miguel Blaquier –primo de Martín y compañero de la esposa de Rosenkrantz en Cimientos– fue el último en hablar con el empresario antes de que se quitara la vida.

En marzo de 2015, la sala IV de la Cámara de Casación revocó los procesamientos de Carlos Pedro Blaquier y Alberto Lemos y los benefició con la falta de mérito. El fallo de los jueces Gustavo Hornos, Juan Carlos Gemignani y Eduardo Riggi fue apelado por la organización H.I.J.O.S. en 2015 y ese mismo año llegó al máximo tribunal. El expediente hoy está girando en las distintas vocalías del Palacio y recuperó algo de impulso hace unos meses. Ya pasó por todos los despachos y ahora está en la vocalía de Rosenkrantz –la número 4–  donde ya estuvo en 2017 y cuya fecha de salida para una eventual resolución es hoy un gran signo de pregunta, sobre todo si se tienen en cuenta los vínculos explícitos del magistrado y del Gobierno que lo designó con la poderosa familia jujeña.

Según pudo saber PáginaI12, al menos dos de los cinco votos ya estarían definidos a favor de revocar la falta de mérito de Blaquier y Lemos. Este mismo trascendido hacia adentro del edificio de tribunales –advirtieron a este diario allegados a la causa– podría ser uno de los motivos que operen para que los más de cien cuerpos de dicho expediente no avancen.

Tras la marcha atrás de su designación por decreto por parte del gobierno de Mauricio Macri, durante la defensa de su pliego en el Senado, Rosenkrantz debió responder a numerosos cuestionamientos respecto de los posibles conflictos de interés, por su recorrido como abogado de muchas de las empresas más poderosas del país. En ese marco reconoció que recibió donaciones para la Universidad de San Andrés –de la que era rector– por parte de la familia Blaquier. El aporte había sido a través de Nelly Arrieta de Blaquier, esposa del imputado Carlos Pedro Blaquier. En esa oportunidad, Rosenkrantz dijo que en caso de llegar a juez de la Corte no se excusaría de intervenir en una causa en la que estuviera involucrado Blaquier, con el insólito argumento que las donaciones que recibió no eran para él sino para la facultad. Hasta el momento el impulsor del beneficio del 2×1 para los genocidas de la última dictadura cívico militar no se excusó en el expediente por la “Noche del Apagón”, aunque la imparcialidad podría tornarse evidente. Tanto por sus propios vínculos y los de su esposa con los Blaquier, cuanto por los del Gobierno, al que no le dio ni un solo dolor de cabeza en ninguno de sus fallos y con el que muestra absoluta sintonía desde su asunción. Basta, en este sentido, un breve repaso: votó en contra del reajuste a favor de los jubilados, lo que implicó un costo fiscal para el Estado de unos 14 mil millones de pesos anuales; tampoco acompañó a sus colegas en el fallo que declaró la inconstitucionalidad del cobro a los jubilados del impuesto a las ganancias y quedó sólo cuando la Corte modificó su posición y declaró la inaplicabilidad del 2×1 para los delitos de lesa humanidad.

Su alineamiento con el Poder Ejecutivo generó una feroz interna dentro del máximo tribunal, que alcanzó su punto más fuerte tras la designación de un hombre ligado a la “mesa judicial” de Cambiemos en un área clave de la Corte. El subprocurador del Tesoro, Juan Pablo Lahitou pasó a integrar la Secretaría de Desarrollo Institucional, creada por el propio Rosenkrantz. Lahitou era el segundo de Bernardo Saravia Frías, jefe de los abogados del Estado e integrante del selecto grupo que asesora a Mauricio Macri en temas jurídicos. Se trata de la misma mesa judicial de la que es miembro clave y en las sombras  Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, artífice de la designación de Rosenkrantz por decreto y cuya hija –como reveló en su momento PáginaI12– lo tuvo a Rosenkrantz como invitado a su casamiento (ver nota aparte).

Causa Blaquier

Carlos Pedro Blaquier y Alberto Lemos –dueño y administrador durante la dictadura del ingenio Ledesma respectivamente– fueron procesados en noviembre de 2012 por privación ilegal de la libertad, por el secuestros de 29 trabajadores y referentes sociales entre marzo y julio de 1976. Los procesamientos fueron confirmados en 2013 por la Cámara salteña. La Sala IV de la Cámara de Casación Penal tomó el expediente en diciembre de ese año y en marzo de 2015, al compás de los nuevos vientos políticos que empujaron hacia atrás las políticas de derechos humanos, beneficiaron a los empresarios con la falta de mérito y revocaron los procesamientos. Por unanimidad Hornos, Geminiani y Riggi dieron por probado que la firma aportó vehículos para los secuestros pero consideraron que no hubo “dolo”, es decir que Blaquier y Lemos desconocían los fines para los que se usaron sus camiones. Tras ese fallo, la agrupación H. I. J.O.S. en calidad de querellante fue a la Corte en recurso de queja. En enero de 2017, la Procuración emitió un dictamen en el que pidió volver a procesar a Blaquier y a Lemos. Con la firma de la entonces fiscal ante la Corte, Irma García Netto, el Ministerio Público consideró que corresponde dejar sin efecto la falta de mérito dictada por Casación. Desde entonces, pasaron más de dos años sin que hubiera avances, más allá de los pasos habituales por las diferentes vocalías. Las abogadas de las víctimas (son todas letradas mujeres las que trabajan en el caso) presentarán en los próximas días un pronto despacho, es decir, le pedirán a los Supremos que resuelvan la causa por el extenso tiempo transcurrido y, sobre todo, por la edad biológica de Carlos Pedro Blaquier, quien en agosto cumplirá 92 años. Además, la querella planteará el retardo de justicia que significa para las víctimas la demorada resolución del fallo.

El juicio por la Noche del Apagón comenzó el año pasado y está en pleno desarrollo, pero justamente sin Blaquier ni Lemos sentados en el banquillo de los acusados. En total, 113 víctimas –38 desaparecidos y 75 sobrevivientes– esperan justicia en el proceso que se lleva adelante en Jujuy, con 23 represores acusados.

Cimientos

Las autoridades de la ONG son rotativas. Cavanagh, esposa de Rosenkrantz, fue directora ejecutiva y en la actualidad forma parte del plantel de vocales. Lo mismo ocurre con Miguel Blaquier, quien ocupó la presidencia y hoy es el primer vocal que figura en la lista de la página oficial de la fundación. Como “socios” de la organización están las empresas y corporaciones más poderosas de la Argentina: La Rural; JP Morgan; Techint; Pegasus; YPF; Coca Cola; Celulosa Argentina; La Anónima; Pan American Energy; la Bolsa de Cereales, entre otras. Según su página web, Cimientos “es una organización de la sociedad civil que promueve la equidad educativa mediante programas que favorecen la permanencia y el egreso de la escuela secundaria y mejoran la calidad de la educación”.